Le
misure annunciate dai dipartimenti del Commercio e del Tesoro statunitensi sono
positive, ma insufficienti, e dimostrano che il presidente Barack Obama ha
facoltà per eliminare elementi sostanziali del bloqueo economico contro Cuba,
considerano gli esperti.
Le regolazioni sono state pubblicate in forma congiunta dall'Ufficio di Controllo degli Attivi Stranieri (OFAC) del Dipartimento del Tesoro, entità incaricata di fare compiere le sanzioni alla nazione caraibica, e l'Ufficio dell’Industria e della Sicurezza del Dipartimento di Commercio, che soprintende i controlli alle esportazioni.
I cambiamenti che sono entrati in vigore questo mercoledì, hanno lo scopo espresso di facilitare le esportazioni e rendere flessibili i viaggi a Cuba, benché mantengano intatto il corpo principale del regime di misure punitive.
Il pacchetto autorizza la concessione di crediti a Cuba per pagare certe esportazioni autorizzate dagli Stati Uniti, fatto che è qualcosa di nuovo ed importante, insieme a riconosce, almeno a metà, il ruolo delle aziende statali come enti imprescindibili per realizzare gli scambi.
Tuttavia, in questa sezione il Governo statunitense impone condizioni, enunciando una politica di rifiuto di prodotti che generino entrate per lo Stato, compreso il turismo, l'estrazione e la produzione di minerali o che possano essere utili per le forze armate, la polizia e gli organi di sicurezza dello Stato.
Benché le nuove regolazioni vadano nella direzione corretta, mantengono la proibizione all'isola caraibica di utilizzare il dollaro nelle transazioni internazionali, quello che colpisce perfino la concessione di prestiti entità cubane per acquisire prodotti nel paese settentrionale, perché per pagarli sarebbe necessario utilizzare banche in paesi terzi,con un'altra moneta, con le conseguenti erogazioni addizionali.
Recenti ed elevate multe del Governo statunitense contro banche di altre nazioni provocano che le istituzioni finanziarie respingano il commercio con Cuba, perché temono possibili punizioni, perfino quando il Dipartimento del Tesoro li autorizza.
Un altro aspetto significativo è che le nuove misure non menzionano la possibilità di un vero commercio bilaterale: a Cuba è continua ad essere proibito vendere prodotti al suo vicino.
D'altra parte, le misure ampliano le possibilità affinché viaggino a Cuba quelli che operano od offrono servizi in imbarcazioni ed aeronavi, ed altre azioni che facilitano il soggiorno temporaneo di questi mezzi autorizzati dal Dipartimento di Commercio.
Queste sezioni del documento sono in consonanza coi recenti accordi preliminari firmati tra entrambe le parti per la ripresa dei voli commerciali, fatto che richiederà una complessa impalcatura di transazioni.
Come elemento innovativo, si ampliano le licenze di viaggi per l'elaborazione di materiali informativi, compresa la registrazione o produzione di film, spettacoli musicali e programmi di televisione, tra gli altri.
Inoltre, le norme espandono le possibilità di organizzare nell’isola riunioni e conferenze, qualcosa che fino ad oggi era proibito.
Questo pacchetto di disposizioni evidenza, inoltre, uno degli obiettivi fondamentali della nuova politica del Governo degli Stati Uniti verso Cuba: ottenere con metodi più sofisticati un cambiamento nel sistema cubano, qualcosa che non hanno potuto ottenere durante più di 50 anni mediante una strategia che lo stesso Obama riconobbe sia fallita.
In questo senso, le provviste del Governo statunitense autorizzano l'esportazione di beni e programmi di informatica ed educativi per organizzazioni non governative affini agli interessi di Washington.
Infine coincidono specialisti nel tema che una prima lettura delle misure annunciate dai dipartimenti di Commercio e del Tesoro dimostra che questi sono positivi malgrado lascino intatti importanti ostacoli per lo sviluppo delle relazioni tra i due paesi.
Nonostante, servono da stimolo per quelli che sperano che il capo della Casa Bianca utilizzi le sue ampie attribuzioni esecutive e tolga, nei mesi che gli rimangono nel suo incarico, una buona parte delle restrizioni che impediscono di migliorare i nessi bilaterali, perché disattivare il corpo totale del bloqueo può farlo solo il Congresso.
Cuba e gli Stati Uniti ristabilirono relazioni diplomatiche il 20 luglio 2015 e le sue rispettive Sezioni di Interessi si trasformarono in ambasciate, fatto che segnò l'inizio di un lungo processo verso la normalizzazione dei vincoli tra le due nazioni.
Roberto Garcia Hernandez, giornalista di
Prensa Latina
Nuevas medidas de EE.UU. hacia Cuba: positivas, pero insuficientes
La Habana, 26 ene (PL) Las medidas anunciadas hoy por los departamentos de Comercio y Tesoro estadounidenses son positivas, pero insuficientes, y demuestran que el presidente Barack Obama tiene facultades para eliminar elementos sustanciales del bloqueo económico contra Cuba, estiman expertos.
Las
regulaciones fueron publicadas de forma conjunta por la Oficina de Control de
Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, entidad encargada de
hacer cumplir las sanciones a la nación caribeña, y el Buró de Industria y
Seguridad del Departamento de Comercio, que supervisa los controles a las
exportaciones.
Los cambios, que entran en vigor este miércoles, tienen el fin expreso de "facilitar las exportaciones y flexibilizar los viajes a Cuba", aunque mantienen intacto el cuerpo principal del régimen de medidas punitivas.
El paquete autoriza la concesión de créditos a Cuba para pagar ciertas exportaciones autorizadas desde Estados Unidos, lo cual es algo nuevo e importante, a la vez que reconoce, al menos a medias, el papel de las empresas estatales como entes imprescindibles para realizar los intercambios.
Sin embargo, en esta sección el Gobierno estadounidense impone condiciones, al enunciar una política de denegación de productos que generen ingresos para el Estado, incluido el turismo, la extracción y producción de minerales o que puedan ser útiles para las fuerzas armadas, la policía y los órganos de seguridad del Estado.
Aunque las nuevas regulaciones marchan en la dirección correcta, mantienen la prohibición a la isla caribeña de utilizar el dólar en las transacciones internacionales, lo que afecta incluso la concesión de préstamos a entidades cubanas para adquirir productos en el país norteño, pues para pagarlos sería necesario utilizar bancos en terceros países,con otra moneda, con las consiguientes erogaciones adicionales.
Recientes y elevadas multas del Gobierno estadounidense contra bancos de otras naciones hacen que las instituciones financieras rechacen hacer negocios con Cuba, pues temen posibles castigos, incluso cuando el Departamento del Tesoro los autoriza.
Otro aspecto significativo es que las nuevas provisiones no mencionan la posibilidad de un verdadero comercio bilateral: a la nación caribeña le sigue vedado vender productos a su vecino.
Por otra parte, las medidas amplían las posibilidades para que viajen a Cuba quienes operan o brindan servicios en embarcaciones y aeronaves, y otras acciones que facilitan la estancia temporal de esos medios autorizados por el Departamento de Comercio.
Estos acápites están en consonancia con los recientes acuerdos preliminares firmados entre ambas partes para la reanudación de los vuelos comerciales, los que requerirán un complejo entramado de transacciones.
Como elemento novedoso, se amplían las licencias de viajes para la elaboración de materiales informativos, incluida la grabación o producción de películas, espectáculos musicales y programas de televisión, entre otros.
Las ordenanzas también expanden las posibilidades de organizar en la isla reuniones y conferencias, algo que hasta la fecha estaba prohibido.
Este paquete de disposiciones evidencia, además, uno de los objetivos fundamentales de la nueva política del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba: lograr por métodos más sofisticados un cambio en el sistema cubano, algo que no pudieron hacer durante más de 50 años mediante una estrategia que el propio Obama reconoció como fracasada.
En ese sentido, las provisiones del Gobierno estadounidense autorizan la exportación de bienes y programas informáticos y educativos para organizaciones "no gubernamentales" afines a los intereses de Washington.
En fin, que una primera lectura de las medidas anunciadas por los departamentos de Comercio y Tesoro muestra que estas son positivas a pesar de que dejan intactos importantes obstáculos para el desarrollo de las relaciones entre ambos países, coinciden especialistas en el tema.
No obstante, sirven de acicate para quienes esperan que el jefe de la Casa Blanca utilice sus amplias atribuciones ejecutivas y levante, en los meses que le quedan en su cargo, una buena parte de las restricciones que impiden mejorar los nexos bilaterales, pues desactivar el cuerpo total del bloqueo solo puede hacerlo el Congreso.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015 y sus respectivas Secciones de Intereses se convirtieron en embajadas, hecho que marcó el inicio de un largo proceso hacia la normalización de los vínculos entre las dos naciones.
mgt/rgh
Los cambios, que entran en vigor este miércoles, tienen el fin expreso de "facilitar las exportaciones y flexibilizar los viajes a Cuba", aunque mantienen intacto el cuerpo principal del régimen de medidas punitivas.
El paquete autoriza la concesión de créditos a Cuba para pagar ciertas exportaciones autorizadas desde Estados Unidos, lo cual es algo nuevo e importante, a la vez que reconoce, al menos a medias, el papel de las empresas estatales como entes imprescindibles para realizar los intercambios.
Sin embargo, en esta sección el Gobierno estadounidense impone condiciones, al enunciar una política de denegación de productos que generen ingresos para el Estado, incluido el turismo, la extracción y producción de minerales o que puedan ser útiles para las fuerzas armadas, la policía y los órganos de seguridad del Estado.
Aunque las nuevas regulaciones marchan en la dirección correcta, mantienen la prohibición a la isla caribeña de utilizar el dólar en las transacciones internacionales, lo que afecta incluso la concesión de préstamos a entidades cubanas para adquirir productos en el país norteño, pues para pagarlos sería necesario utilizar bancos en terceros países,con otra moneda, con las consiguientes erogaciones adicionales.
Recientes y elevadas multas del Gobierno estadounidense contra bancos de otras naciones hacen que las instituciones financieras rechacen hacer negocios con Cuba, pues temen posibles castigos, incluso cuando el Departamento del Tesoro los autoriza.
Otro aspecto significativo es que las nuevas provisiones no mencionan la posibilidad de un verdadero comercio bilateral: a la nación caribeña le sigue vedado vender productos a su vecino.
Por otra parte, las medidas amplían las posibilidades para que viajen a Cuba quienes operan o brindan servicios en embarcaciones y aeronaves, y otras acciones que facilitan la estancia temporal de esos medios autorizados por el Departamento de Comercio.
Estos acápites están en consonancia con los recientes acuerdos preliminares firmados entre ambas partes para la reanudación de los vuelos comerciales, los que requerirán un complejo entramado de transacciones.
Como elemento novedoso, se amplían las licencias de viajes para la elaboración de materiales informativos, incluida la grabación o producción de películas, espectáculos musicales y programas de televisión, entre otros.
Las ordenanzas también expanden las posibilidades de organizar en la isla reuniones y conferencias, algo que hasta la fecha estaba prohibido.
Este paquete de disposiciones evidencia, además, uno de los objetivos fundamentales de la nueva política del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba: lograr por métodos más sofisticados un cambio en el sistema cubano, algo que no pudieron hacer durante más de 50 años mediante una estrategia que el propio Obama reconoció como fracasada.
En ese sentido, las provisiones del Gobierno estadounidense autorizan la exportación de bienes y programas informáticos y educativos para organizaciones "no gubernamentales" afines a los intereses de Washington.
En fin, que una primera lectura de las medidas anunciadas por los departamentos de Comercio y Tesoro muestra que estas son positivas a pesar de que dejan intactos importantes obstáculos para el desarrollo de las relaciones entre ambos países, coinciden especialistas en el tema.
No obstante, sirven de acicate para quienes esperan que el jefe de la Casa Blanca utilice sus amplias atribuciones ejecutivas y levante, en los meses que le quedan en su cargo, una buena parte de las restricciones que impiden mejorar los nexos bilaterales, pues desactivar el cuerpo total del bloqueo solo puede hacerlo el Congreso.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015 y sus respectivas Secciones de Intereses se convirtieron en embajadas, hecho que marcó el inicio de un largo proceso hacia la normalización de los vínculos entre las dos naciones.
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